Valor de reventa de los diamantes cultivados en laboratorio
What's the deal with secondary market
El diamante nunca es una inversión financiera. Es un artículo de lujo que simboliza conexiones significativas y compromiso. Desprenderse de un diamante siempre es muy difícil, ya que conlleva un gran apego emocional.
Sin embargo, una de las cosas que la gente tiene en cuenta cuando compra un diamante es la posibilidad de recuperar parte de su dinero en caso de que las cosas no salgan según lo previsto. Como ocurre con todo el lujo, el valor siempre es significativamente inferior durante la reventa. La cuestión no es cuánto dinero gana el cliente, sino lo poco que pierde.
Sólo en las últimas cuatro décadas ha surgido un mercado secundario fuerte para los diamantes extraídos, con el auge de las casas de empeño y las grandes redes de joyerías que aplican las políticas de canje.
La práctica habitual durante la reventa es que el cliente recupere alrededor del 30% del precio de venta original (lo que supone una pérdida del 70% como mínimo). Los propietarios de diamantes pueden venderlos a una joyería, una casa de empeños o directamente a otro consumidor, pero nunca podrán devolver el importe íntegro.
En los canjes, el diamante puede tasarse más alto (entre el 50% y el 70% del precio original). Sin embargo, se espera que los clientes paguen más para conseguir un diamante más grande o de mejor calidad. Por tanto, no hay una devolución real del dinero.
¿Existe un mercado secundario de diamantes cultivados en laboratorio?
Algunas personas afirman que los diamantes cultivados en laboratorio no tienen valor de reventa, pero eso no es cierto. Existe un mercado secundario emergente de diamantes cultivados en laboratorio, con algunos fabricantes y vendedores que practican el intercambio y la compra al público. También se pueden vender a otros consumidores a través de las redes sociales, mercados en línea o subastas: la demanda está ahí.
Sin embargo, la principal ventaja de los diamantes cultivados en laboratorio es que cuestan la mitad que sus homólogos extraídos. Uno perdería menos dinero en general, incluso si su diamante artificial fue robado al día siguiente después de la compra. Incluso si un individuo no puede revenderlo, sigue siendo dinero pasado mejor. Tan el hecho de que los diamantes laboratorio-crecidos estén comenzando a adquirir un valor de la reventa agrega solamente a su súplica. No pierda. Elija un diamante cultivado en laboratorio