
Por qué los diamantes cultivados en laboratorio son el futuro
Aunque los diamantes han sido los reyes de las piedras preciosas desde siempre, la gente también aprecia sus propiedades materiales tanto como su atractivo estético. La combinación única de dureza, conductividad térmica, inercia química y térmica, resistencia a la abrasión y compatibilidad biológica hacen que los diamantes sean atractivos para una amplia gama de aplicaciones de alta tecnología.
Los diamantes extraídos de la tierra apenas pueden utilizarse para estos fines debido a su importante contenido en nitrógeno y a las dislocaciones de su red cristalina. Su elevado precio tampoco ayuda. Ahora que es posible cultivar diamantes de gran pureza y con pocos defectos, se abren nuevas fronteras para su uso científico.

Los diamantes cultivados en laboratorio combinan lo mejor de la ciencia y la industria del diamante. Gracias a su estructura cristalina más pura, son más duraderos y resistentes que los de mina. Así, los diamantes cultivados en laboratorio han permitido mejorar la calidad de los bisturíes quirúrgicos. También son semiconductores superiores, lo que los hace perfectos para su uso electrónico en chips y circuitos electrónicos de alta tecnología.
Los diamantes cultivados en laboratorio ya se utilizan ampliamente en la industria tecnológica actual, pero también contribuyen a mejorar la vida de las generaciones futuras: se aplican en la producción de energía solar y la purificación del agua.
Las tecnologías en auge no sólo permiten fabricar piedras preciosas de la más alta calidad, sino también dar paso a un futuro antes inimaginable, ya que los diamantes cultivados en laboratorio son esenciales para el progreso en los campos de la medicina, la ciencia, la informática y la fabricación.
Con la compra de un diamante cultivado en laboratorio, usted apoya las innovaciones en sanidad, vehículos, informática y mucho más.