La demanda mundial de diamantes cultivados en laboratorio creció de 75 millones de dólares en 2015 a más de 400 millones en 2020. Los analistas prevén que el mercado podría alcanzar los 15.000-20.000 millones de dólares en 2030. Los factores clave que impulsan el crecimiento son:
- Cuestan entre un 40 y un 50% menos que los diamantes naturales. Las colaboraciones entre moda y joyería aumentan la exposición de los consumidores. Atraen a grupos demográficos con conciencia ecológica como opción sostenible.
- Las marcas innovadoras cambian la percepción como alternativa ética. La producción escalable mejora la asequibilidad y el acceso
Si los costes siguen bajando, los diamantes cultivados en laboratorio podrían acaparar entre el 10 y el 15% de la cuota de mercado de la joyería con diamantes en 2035. Los principales minoristas ya venden líneas de diamantes cultivados en laboratorio. Pero la industria del diamante natural sigue siendo rentable. Las preferencias de los consumidores podrían cambiar si cambian los aspectos económicos de la producción.
Persisten las dudas sobre el uso de energía en los diamantes cultivados en laboratorio, las prácticas en el lugar de trabajo y la divulgación de las ventas. Pero evitan cuestiones como el daño medioambiental asociado a la minería. Esto los posiciona como una innovación ética.
Los diamantes cultivados en laboratorio no son activos de reventa como los diamantes naturales. Su potencial de inversión a largo plazo es incierto. Es probable que los diamantes naturales conserven un valor de nicho de gama alta. La innovación tecnológica debe equilibrar el valor intrínseco del diamante. Este equilibrio determinará la popularidad de los diamantes cultivados en laboratorio.