Diamantes cultivados en laboratorio en microelectrónica y electrónica de potencia
El diamante posee la mayor estabilidad química, así como una conductividad y una resistencia al choque térmico únicas. Estas propiedades crean una demanda indudable en muchos sectores electroquímicos de la producción y la tecnología. Semiconductores, diodos, transistores, electrolitos, sensores y equipos médicos requieren diamantes como componentes. Aunque la oferta de diamantes extraídos es limitada e impredecible y su coste elevado, los cultivados en laboratorio son la solución perfecta.
La mayoría de los diamantes que se utilizan en estos campos deben ser de carbono puro, por lo que la fabricación en laboratorio es indispensable en estos casos. Mientras que casi todos los diamantes extraídos de la tierra tienen átomos de nitrógeno en su estructura cristalina, la mayoría de los diamantes cultivados en laboratorio son de tipo IIA. Algunos proyectos y empresas destacan, ya que requieren diamantes de Tipo IIb que contienen átomos de boro, que son casi imposibles de obtener mediante la minería. Y una vez más, los laboratorios y los fabricantes son la clave. Los diamantes de tipo IIb cultivados en laboratorio se utilizan en sistemas de oxidación electroquímica que purifican el agua contaminada, proporcionando así un futuro mejor y más seguro.