Diamantes éticos: ¿Deben oponerse las piedras cultivadas en laboratorio a las extraídas de minas?
Aunque la mayoría de los consumidores que eligen diamantes creados en laboratorio lo hacen por sus precios asequibles, todavía hay quienes prefieren las gemas artificiales por otras razones. La ética y las teóricas ventajas medioambientales son algunos de los principales factores de venta, sobre todo para los consumidores más jóvenes. Y son estos consumidores los que actualmente marcan las tendencias que la industria joyera seguirá en un futuro próximo.
La reputación de los diamantes extraídos se vio afectada por una película de Hollywood de 2006, Diamante de sangre, y por los informes de crueldad y violaciones de los derechos humanos en las explotaciones mineras que se publicaron en los años siguientes. Las denuncias de condiciones peligrosas y riesgos de abusos y agresiones han seguido apareciendo y se mencionaron en un artículo publicado el mes pasado en The Guardian.
Cuando las empresas en expansión y los primeros grandes minoristas de diamantes de laboratorio lanzaron sus campañas promocionales, empezaron a posicionar las piedras creadas en laboratorio como alternativas más éticas. Estas tácticas promocionales han atraído a muchos millennials que hicieron de la seguridad medioambiental y social una de sus prioridades de compra. Algunas empresas que afirman que los diamantes cultivados en laboratorio son la única opción completamente ética del mercado han registrado un aumento de las ventas de hasta el 400% en los dos últimos años. Y mientras este mercado sigue creciendo muy rápidamente, la producción de diamantes extraídos ha ido disminuyendo de forma constante incluso antes de la pandemia. Según el informe Bain Diamond Report, se ha producido un descenso anual de alrededor del 5% desde 2017.
Aunque los diamantes cultivados en laboratorio suelen ser totalmente éticos y potencialmente ecológicos gracias a los entornos de laboratorio totalmente controlados, la total transparencia y la aplicación de energías renovables por parte de muchas empresas en expansión, esto no significa que tengan que oponerse a los extraídos de minas. Según el experto en minería Saleem Ali, ahora hay más diamantes extraídos totalmente trazables que nunca, y muchos mineros están intentando resolver los problemas de los entornos peligrosos. La clave no está en diversificar los mercados, sino en intentar que tanto los diamantes extraídos como los creados en laboratorio cumplan las mismas normas de sostenibilidad total y abastecimiento ético.
En LaBrilliante creemos que los diamantes, tanto los extraídos de minas como los creados en laboratorio, no deben presentarse como productos rivales. Hay sitio para ambos tipos de piedras preciosas en las joyerías. Los mineros no deben ver los diamantes artificiales como el disruptor de la industria. De hecho, el aumento de las ventas de diamantes cultivados en laboratorio puede ser una motivación para luchar por una producción más segura y un mercado más transparente de los diamantes extraídos. Y aunque las alternativas cultivadas en laboratorio son más asequibles y deberían promocionarse como tales, no son más que una oportunidad para aquellos clientes con un presupuesto ajustado y que antes no tenían esa opción. Después de todo, esta es la razón por la que la diferencia de precio, y no otros factores, es y seguirá siendo el principal argumento de venta de los diamantes artificiales.
